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lunes, 21 de enero de 2013

La forma del fondo

Para entender el objetvo de esta discusión, vale la pena recordar algunos conceptos simples de la metafísica taoísta.

Yang, volátil e intangible, solo puede permanecer estable en una manifestación (como un ser humano) si el yin, material y estructural, es proporcionalmente presente: básicamente, solo puedo poner en un cubo (yin) el volumen de líquido (yang) que entra en este espacio. Un yin bajo o limitado permite solo un poco de yang estable : el cuerpo (yin) debe ser trabajado para que mantenga la energía (yang).

El estructural (yin) debe ser sin fugas para que el yang (funcional) sea en su potencial máximo. El físico (yin) mantiene el espíritu (yang) ; la esencia (yin) es la raíz de la mente (yang).

Se dice en un texto del siglo IV que la fuerza interna no se trabaja, sólo depende del trabajo de la forma externa: la energía es abundante cuando el forma es correcta.

Damos una importancia completamente equitable entre las tres facetas de nuestra encarnación humana: el físico, el aliento y el espíritu (Jing, Qi y Shen) es una verdadera especificidad de las artes taoístas y del pensamiento chino.

Para desarrollar la fuerza de la mente, es necesario haber eliminado las limites y los obstáculos de la forma física, sino estos serán las razones del estancamiento en nuestra práctica. La capacidad para desarrollar y mantener la energía (aliento) generada durante los ejercicios depende directamente del estado de fuerza, del enraizamiento y la relajación de nuestro cuerpo ... El yin es la raíz del yang.

Para esto, se nos recomenda trabajar la forma a un nivel tan alto que el fondo está presente: las cualidades de la forma física permitirán el desarrollo de las cualidades de la función energética.

Qué es lo que esto significa en la versión simple?

Tengo que trabajar mi forma de cuerpo para llevarla a la perfección, eso me garantiza una energía abundante. Mis movimientos físicos deben ser procesados en una búsqueda continua de la fuerza, del enraizamiento y la relajación para poder recibir fuerza interior, la fuerza del qi. Mis movimientos y formas deben ser bonitos y deben dar una impresión de fuerza!

Por eso es bueno trabajar formas complejas y detalladas: es más fácil corregirse e identificar sus defectos. Cuando trabajo una forma  demasiada simple o incluso posiciones estáticas, es muy difícil ver lo que está mal: estas formas son ideales cuando el nivel de la práctica ya es alto. En general, los que tienen más trabajo que hacer en su forma del cuerpo son los que eligen una forma simplificada: para que puedan ignorar sus defectos.

El trabajo de las formas del taijiquan o del Baguazhang son ideales para corregirse y percebir sus imperfecciones: basta observarse para verlas. El trabajo de las formas antiguas (daxuan) o de las posiciones estáticas no lo permiten: es más fácil no progresar y permanecer en una mediocridad cómoda.

Sin embargo, después de un dominio de las cualidades físicas, el trabajo de las formas complejas es un obstáculo para el trabajo energético. Para evolucionar continuamente y ser capaz de corregir los defectos fácilmente, verlos todos los días, es importante guardar un trabajo de formas complejas: la mejora continua de su forma del cuerpo permite la evolución continua y estable.

El yin sublimado permitirá un yang que se queda: ejercicios diarios son una gran fuente de vitalidad que se mantendrá en un cuerpo trabajado/desarrollado.

Para avanzar, para corregir su yin, es importante ver sus defectos y formas complejas (Taijiquan, Baguazhang, boxeo del...) lo permiten.

También es posible ocultarse detrás de las formas avanzadas y por lo tanto perderse.

En la perfección de lo externo dominado está la raíz del verdadero interno.

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