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martes, 5 de febrero de 2013

Debemos tratar de ser feliz, aunque sólo sea para dar ejemplo

Prévert tenía razón.

El camino espiritual tiene un solo objetivo : encontrar la verdadera felicidad en el descubrimiento de nuestra naturaleza y en armonía con nuestro mundo. La felicidad sólo puede venir de dentro de estos huecos ocupados por una continua y completa  introspección.
Tenemos que explorar todos los aspectos de nuestra naturaleza, mirar con precisión nuestros funcionamientos, fijar con firmeza nuestros valores y comprometirnos en nuestro mundo para que siga nuestra evolución.

El trabajo del cuerpo, para que nos mantenga durante nuestra vida, busca a fortalecernos, desarrollar nuestras raíces en el mundo y permitir una vida sencilla y fluida.

El trabajo de la respiración nos permite adquirir más vitalidad para vivir bien y estar a disposición de nuestras vidas y las personas que la rellenan.

El trabajo energético nos da la oportunidad de intercambiar con nuestro universoacada respiración, con las fuerzas de nuestro mundo.

El trabajo emocional nos da una estabilidad que nos hace disponibles para nuestras vidas y para los otros, una estabilidad que nos permite calmar las tensiones de la vida cotidiana.

El trabajo de la mente es un camino real de la espiritualidad, una enseñanza que nos explica el funcionamiento de nuestro , una puerta posible hacia "lo que somos realmente".

El conjunto de este trabajo, de esta Vía, sólo está allí para hacernos "el ser humano ideal que podemos ser". Acercarse de este ideal, el trabajo de desarrollo y de evolución, nos trae la verdadera felicidad, esta alegría profunda que es inherente a nuestra verdadera naturaleza.

Vivimos en tiempos extraordinarios en los que por primera vez desde el comienzo de la humanidad, todas las tradiciones y todas las doctrinas espirituales están a nuestra disposición: tenemos que honrar esa oportunidad por nuestra propia investigación y nuestros esfuerzos para convertirsnos en seres humanos realizados.

Todo el mundo puede ver que hoy en día ya no podemos ignorar nuestra necesidad de espiritualidad, incluso si se trata de una filosofía de vida o una moral civil. La religión es una opción, se puede elegir la forma de celebrar y dar gracias a la vida, pero debemos darnos cuenta de que no podemos ignorar el aspecto espiritual que está dentro de nosotros.
La felicidad está a nuestro alcance y nada impide que la alcancemos, pero para eso tenemos que hacer esfuerzos.

Esta investigación nos permite tener un comportamiento adecuado con las personas que nos rodean, nuestra familia y nos da la oportunidad de hacer elecciones reales en nuestra vida : esta investigación también puede ser un camino de filosofía o de moral, pero tenemos que coger este camino . Voltaire también nos decía que "es educado de ser feliz" ... y esto es una realidad para el mundo que nos rodea: nuestra alegría crea un mundo pacífico y agradable, mientras que las quejas impactan negativamente nuestro universo.

Vamos juntos por un mundo donde el desarrollo personal, individual, es un molde de un cambio global y profundo: somos responsables de este mundo y de lo que se está pasando, todos tenemos que participar.

La Vía, es un plan claro de lo que hay que hacer, en la acción y la realidad, después de elegir su nivel de participación. Vayais hacia una Vía, una tradición filosófica o espiritual, busqueis y encontreis, no perdais vuestra vida. Para aquellos que ya están en este proceso, es el momento de hacer más, tomar decisiones y hacer frente a lo que está sucediendo a su alrededor.

Debemos tratar de ser feliz, aunque sólo sea para ayudar al mundo, para dar el ejemplo de que lo cambia todo.

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